No, no es amor cuando a mitad de la tarde pienso en ti y recuerdo cada beso tuyo cual estampida en mis labios.
No, no es amor cuando a mitad de botella de vino tu nombre curza mi mente y mis dedos arden de ganas de escribirte.
No, no es amor cuando cierro mis ojos, caigo en sueños y te consigo en ese universo paralelo a mi diaria realidad, donde somos perfectos, donde somos uno.
No, no es amor cuando esa luz tenue nos ilumina y tus manos recorren con cautela mi cuerpo.
No, no es amor cuando hipnotizada por tu olor me entrego a tu locura y empiezo a volar.
No, no es amor cuando tu luz llena mi ser, erizando mi piel, causando temblores y contracciones en mi vientre.
No. Definitivamente no es amor lo que siento. No es a ti a quien extraño, es ese nosotros casi inexistente. Ese momento, esas horas donde jugamos a ser otros y a engañarnos.
No es amor lo que me hace extrañarte, buscarte y perderte de nuevo.
No es amor lo que me hace extrañarte, buscarte y perderte de nuevo.
No. No puede ser amor cuando es solo uno quien lo siente.
