miércoles, 25 de mayo de 2011

¡Oferta!

A la venta un millar de recuerdos usados. Miles de lágrimas saladas, un millón de besos sin usar y cientos de caricias que quedaron en mis manos.
Dos ojos que pueden verlo mientras duerme y que brillaran cada mañana al verlo despertar.
Un par de oídos a los que les gusta escuchar palabras de amor.
También incluidos en este paquete, obtendrá un cerebro medio trastornado, un corazón un poco golpeado y remendado pero que aun late con mucha fuerza. 
Un poco de locura e irracionabilidad.
Fechas marcadas en una espalda blanca con par de pequeños hoyitos al final.
Un par de pechos que se mueren por ser recorridos por dedos fríos.
Unas caderas hechas a la medida y un par de piernas dispuestas de seguir hasta el fin del mundo a aquel que este preparado para pagar el precio de la oferta que hoy presento.

Con su compra, puede obtener gratis una historia vieja, con altos y bajos, incontables errores y decisiones equivocas.
90 consejos olvidados.
50 razones cansadas de no ser atendidas.
Un amor reciclado.
Un set ilimitado de canciones dedicadas.
4 tatuajes escondidos y, solo por hoy, una rosa que nunca llego.

Todo esto puede ser suyo solo si esta dispuesto a ofrecer kilómetros de caricias, un par de besos nuevos, un poco de paciencia, sonrisas llenas de felicidad, algo de confianza, un toque de romanticismo, unos cuantos kilos de perdón, mucho amor y un cielo lleno de estrellas que solo se pueda ver cada vez que este en tus brazos aferrada con fuerza y los ojos cerrados.

Si esta usted interesado estamos ubicados en la calle soledad, detrás del dolor al lado de la esperanza.





Aguas Nuevas


     Siento el vaivén de las olas acariciando mi cuerpo.
Se siente como si fueran un par de brazos, cálidos, entrelazados a mí alrededor.

Estoy dejándome arrastrar por esta corriente nueva y me siento emocionada, temerosa.

Voy adentrándome cada vez más a las profundidades como encantada por el canto de una sirena cuando de pronto me doy cuenta que no sé nadar.

Es ese peligro, ese miedo a morir en el intento lo que me mantiene firme y curiosa.

Esa playa blanca, nueva para mí, esa brisa fresca y dulce que golpea mi rostro, y ese mar de infinitas posibilidades que unas veces me invita a sumergirme  y otras me devuelve a la orilla aturdida, confundida, pero con ansias de mas.

Quiero hacerlo.
Quiero nadar en esas aguas nuevas.