Y aquí esta mi cuerpo. El piso del baño, mi hombro, mi codo, mi mano, un cigarro, una lágrima rodando por mi mejilla. Una historia que termina y otra que empieza. La nuestra. La tuya. Un borroso recuerdo me nubla la mente. Ya no hay memorias bonitas entre tu y yo.
Un dolor.
Un duelo.
Una pena.
Es tu partida la que me conmueve. Es mi actitud la que sorprende. En que momento deje de ser yo para convertirme en esto que soy ahora? Cuando encontrare la formula para volver a ser la que fui? Cuando lograre convertirme en esa que siempre quise, y cuando deje de intentarlo? Cuanto quedo atrás? Cuanto entregue? Cuanto sacrifique?
Imposible de decir.
Es tan incalculable como el amor que sentí, como el dolor que siento. Como las ganas.
Tan incalculable como los miles y millones de lagrimas que derramé.
Si hay que culpar a alguien… se que ese alguien soy yo. Ja! Al fin me convenciste de que la culpa es solo mia. En fin, ahora no tiene caso que busquemos un culpable como lo hemos venido haciendo desde hace un año. Ya lo nuestro es historia.
Hoy me dedico a buscar la receta para la felicidad. La cura para la soledad. No he tenido mucho éxito debo decir, pero poco a poco he ido aceptando mi existencia en un mundo en el que tu vagamente existes. Ya estoy haciendo planes sin ti. Ya no hay esperanzas ni sueños, ni mucho menos casitas de chocolate. Ya lo entendí, se acabó. Siegue siendo feliz..
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