domingo, 6 de marzo de 2011

Despierta y suelta tus amarres!


Y se siente como si ya no importara.

Se siente como si ya fueras libre.

De repente despiertas y estas en su cama.

Te ríes de las ironías de la vida y de cómo te engañas. Te haces creer a ti misma que ya todo solo es una hoja más en tu libro de historias. Te aferras como el hierro caliente a un pensamiento que te reconforta pero que por dentro te quema.

De pronto te has dado cuenta que tu vida ha sido un constante engaño.

Tu familia. Tus amigos. Y sobre todo, tus amores.

Te pones a pensar en cuantas son las veces que te has jurado no volver y cuantas has despertado a su lado después de hacer ese juramento, y peor aún, deseando, mientras lo ves dormir, nunca tener que volver a irte.

Tu vida se ha encerrado en un círculo vicioso del cual no quieres encontrar la salida.

Inmadura. Masoquista. Absurda. Estática.

Incapaz de dejar de ponerle puntos suspensivos a una historia que debió haber terminado hace mucho ya.

Te engañas… una, dos, tres, mil veces… Durante todo el día distraes tus pensamientos de eso (ese) que te perturba solo para que cuando caiga la noche y tú con ella al cerrar los ojos empieces a soñar mil y una vez con todos los fantasmas que estuviste ahuyentando mientras estuviste despierta.

Al abrir los ojos… jajajaja…. Al abrir los ojos buscas pistas en tus sueños para poder seguir tu engaño. Jajajaja… Eres tan sarcástica y cruel contigo misma! Es que acaso no puedes ver cómo has dejado que te usen? Ah! Cierto, a ti te gusta ser usada. 

Disfrutas verte en los ojos de ese otro que trata de cerrar los tuyos para no verte y pensar que es a otra la que toca.

Despierta y suelta tus amarres. El masoquismo pasó de moda.



No hay comentarios:

Publicar un comentario